En la biblia podemos leer varios salmos, los cuales están dirigidos a Dios pidiendo protección contra todos aquellos que desean nuestro mal, En el Salmo 27 David escribió ‘Jehová es mi luz y salvación, ¿de quién temeré?’. Podemos deducir que si Dios está con nosotros no habrá nada que pueda tocarnos.
Oración pidiendo protección contra nuestros enemigos
Solo Jesús tiene el poder para protegernos contra todo aquello que pueda hacernos daño, tanto físicamente como espiritualmente, pero debemos colocar toda nuestra confianza en Él y esperar que Él obre conforme a su voluntad. Recuerda que el enemigo anda como león rugiente buscando a quien devorar y solo en Jesús podremos encontrar salvación.
Amado Dios de Israel, en este día vengo ante Ti,
primero que nada para darte infinitas gracias
por cada una de las bendiciones que me has
concedido a mí como a
toda mi familia.
Te agradezco porque a pesar de ser personas
pecadoras, Tú nunca nos desamparas y
siempre estás velando por nuestro bienestar,
gracias porque a pesar de las adversidades
seguimos en pie.
Padre de la Gloria, en este día quiero pedirte
que seas Tú cubriéndonos con tu mano
para que todo aquello que quiera hacernos
daño fracasé, solo Tú conoces las intenciones
de esos corazones llenos de
envidia y maldad.
Aleja de mi vida y de la vida de mis seres queridos,
todo dardo del enemigo y todo mal pensamiento
que se levante con la intención de lastimarnos
y quebrantar nuestra Fe.
Por eso en este instante coloco en tus manos
nuestras vidas, porque sé que solo Tú puede
protegernos de las adversidades y de toda
trampa del enemigo, y que esas personas que
albergan el odio y la envidia en sus corazones,
puedan conocerte.
Para que así ellos le den un sentido diferente
a sus vidas y dejen esos sentimientos mezquinos
a un lado y encuentren la libertad que solo
Tú ofreces aquellos que te buscan en
espíritu y en verdad.
Gracias porque sé que Tú obraras en nuestras
vidas y solo en Ti podremos estar seguros,
bendito y alabado seas porque solo en Ti
somos libres de todas
nuestras angustias,
Amén.
Cuál es nuestro enemigo más poderoso
En el libro de los Efesios, capítulo 6 versículo 12, Pablo escribió que ‘No tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra los principados y potestades y contra los gobernadores de las tinieblas, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes’. Entonces podemos deducir que nuestra lucha es contra el príncipe de las tinieblas y solo en Jesús podremos salir victoriosos.
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